Rebecca Clarke, nacida en Harrow, Inglaterra en 1886, fue una violista y compositora marcada por una infancia difícil a causa del maltrato por parte su padre.
Vida y Obras de Rebecca Clarke
En los primeros años del siglo XX, a pesar de crecer en un entorno represivo con residuos de la época victoriana, Rebecca rompió barreras al convertirse en la primera mujer admitida en la Royal Music Association de Londres, y luego al ser una de las primeras mujeres en ser contratadas en una orquesta profesional, la Queen’s Hall Orchestra.
Clarke, con una producción de entre cincuenta y cien obras, destacó especialmente en la viola, creando piezas como su Sonata para viola y piano de 1919, altamente valorada en el repertorio para este instrumento por su emotividad y armonías impresionistas. Su éxito, incluso bajo el pseudónimo masculino «Anthony Trent», desafió preconcepciones de género en la música, especialmente cuando se reveló su identidad tras ganar varios premios.
A pesar de su reconocimiento tardío, obras como «Ave María» y «Hellas» resaltan su aportación al género coral, demostrando su versatilidad y talento.
Rebecca Clarke sobresalió no solo como intérprete sino también en la música de cámara, formando ensembles exclusivamente femeninos como The English Ensemble. Esta colaboración y otras similares marcaron significativos avances para las mujeres en la música. Sin embargo, su trabajo fue a menudo silenciado o ignorado, con pocas de sus obras publicadas o interpretadas en vida.
Rebecca luchó contra la distimia, lo que afectó profundamente su proceso creativo. Tras casarse en 1944, priorizó su vida familiar, lo que marcó el cese de su producción musical. La muerte de su esposo en 1967 la llevó a escribir una autobiografía, revelando los desafíos personales y familiares que influyeron en su carrera como artista.
Cuándo falleció Rebecca Clarke
Rebecca Clarke falleció en 1979 en Nueva York a la edad de 93 años. Su legado como compositora es altamente valorado por su destreza musical.
Una Cita
El arte no tiene nada que ver con el sexo del artista.
Obra Destacada
Sonata para viola y piano
En 1919 Clarke compuso la que es su obra más afamada, la cual presentó en una competición donde consiguió la primera posición.
La sonata está dividida en tres movimientos:
El primer movimiento, llamado Impetuoso, comienza con una fanfarria vibrante de la viola, antes de pasar a un lenguaje melódico y armónico que recuerda a Debussy y Ralph Vaughan Williams. Su riqueza cromática y la innovación en el uso de modos y escalas de tonos enteros, reflejan la maestría de Debussy, brindando al movimiento un lenguaje sonoro muy distintivo.
El segundo acto, Vivace, explora texturas sonoras únicas, empleando armónicos y pizzicato para crear efectos especiales que capturan la imaginación del oyente.
El movimiento final, Adagio, nos sumerge en una atmósfera contemplativa y evocadora, empleando un lenguaje musical que invita a la reflexión y al deleite sensorial. Clarke introduce un giro inesperado hacia el final, entrelazando temas del primer movimiento con un brillante despliegue pirotécnico como clímax, exhibiendo su habilidad técnica con la viola y el piano.
Otras Obras de Rebecca Clarke
- Little Prudy Stories (1864-1866)
- Dotty Dimple Stories (1868-1870)
- Little Prudy’s Flyaway Series (1871-1874)
- The Doctor’s Daughter (1873)
- Our Helen (1875)
- The Asbury Twins (1876)
- Flaxie Frizzle Stories (1876-1884)
- Quinnebasset Girls (1877)
- Janet, or a Poor Heiress (1882)
- Drones’ Honey (1887)
- In Old Quinnebasset (1891)
Libro de Compositoras Clásicas
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